jueves, 24 de julio de 2008

Dónde se metieron todas las joyerías?

Para escojer las alianzas mi novio y yo queríamos algo especial. Sí, ya que esto es lo que dura toda la vida, e inclusive más allá de la vida (andá sabé si este no es el comienzo de una tradición y empiezan a pasarse estas alianzas entre nuestros nietos y tataranietos!). Bueno, es lo que anduve pensando en estos días.

Algo especial significaba una mezcla de oro blanco y dorado, que tenga alguna característica única, algún tallado, o que sean como dos argollas entrelazadas, que gire una encima de la otra, que... ¡que se yo! En internet encontramos una infinidad de modelos. Unas que tenian forma de tuerca, otras que eran como dos engranajes que encajaban, hasta vimos unas que eran como un puerto USB y su conector.

Basta de imágenes!
Queríamos algo real. Ver, tocar, sentir, probarnos, encandilarnos con su brillo, en fin... sentir EL PESO DEL ANILLO. Empezamos a recorrer unas cuantas joyerías y nos decepcionamos un poco al ver que en estas casi no tenían a disposición del cliente varios modelos para probarse. En todas nos atendieron muy gratamente, incluso algunas se nos ofrecían para confeccionarnos bajo catálogo el modelo que nos gustase sin ningún compromiso de compra. ¡Muy bueno! Pero... esto está bien cuando vamos a solicitar unas muestras de invitaciones, la muestra del centro de mesa, pero de las alianzas? Joyas tan caras? sólo para ver si nos gustan? No nos animamos.

Después de varios "mañana vamos a ver los anillos sí o sí" llegó el día. Estaba hermoso, por cierto, fresquito, algo gris, pero los Lapachos florecidos se encargaron de darle color a esa siesta. Estacionamos sobre Antequera, casi 25 de Mayo para empezar con la primera Joyería y ahí nos dimos cuenta de que muchos negocios del centro todavían mantienen el horario cortado y cierran a la siesta. Así que para hacer hora nos fuimos a "Palmear".

Dónde se metieron todas las joyerías? Ah! aquí hay una, bueno, pero está cerrada! Otra? Aquí sí hay una que está abierta! Genial, entramos, vimos unas cuantas, nos probamos, las sentimos, etc. Pero no llegaban a ese 100% que pretendíamos.

Así fuimos de joyería en joyería, hasta que llegamos a una donde habían VAAAARIAS alianzas para probarse.! No sólo cantidad, sino calidad! No sólo calidad sino también variedad en precios, para todos los bolsillos diría yo. Justo las que nos gustó eran las más caras. Pero bueno, como ya dijimos, se supone que esto es lo que va a sobrevivir de generación en generación, asi que, bueno... se pagan solas!

La joyería de la que hablo es "Armele". (la casa central, donde tienen más cantidad y variedad está sobre la calle Estrella. También tienen sucursales en los Shoppings Mcal. López y Del Sol). Además nos dieron la opción de pagar hasta en 6 cuotas sin intereses. ¡Más que bien!

Confirmadísimo. Con esta nos quedamos. Ahora sólo estamos esperando a que estén listas (porque tuvieron que adaptar el tamaño), pasamos a buscar, pagamos la primera cuota, y... luego nos vamos a vivir a Hawai y no regresamos nunca más a Paraguay. Negocio redondo.! Naa!! Era broma. Las cuotas son bien cómodas, así que no habrán problemas.

Estamos muy felices y conformes con el trabajo, el trato, los precios, la atención y el producto final. Así que, hasta ahora, para nosotros Armele es el Paraíso de las Alianzas.

*********
Todas las notas del Blog "Diario de una Novia Consumista" son responsabilidad absoluta de su autora, quien no recibe pagos de ningún tipo para hablar bien o mal de uno u otro servicio profesional o empresa.